Según anunció hoy el consejero de la Presidencia, Bernardo Fernández, el Gobierno del Principado está decidido a poner coto a la acción que siguen desarrollandolos furtivos contra las últimas poblaciones de osos pardos que sobreviven en algunas comarcas asturianas.

Las autoridades asturianas quieren que este nuevo caso sirva no sólo para castigar al presunto responsable, sino para sensibilizar a la opinión pública sobre la grave situación que sufren las especies en vías de extinción y, asimismo, la necesidad de establecer definitivamente la figura del delito ecológico.

Manuel Fernández, de 43 años, albañil, que ingresó este pasado fin de semana en la prsión provincial por orden de la autoridad judicial competente, es el primer cazador furtivo que acaba en la carcel en Asturias acusado de matar ejemplares de una especie de caza protegida.

La detención de Fernández se produjo en su casa de Oviedo, una vez que los agentes que intervinieron en la operación registraran, previo mandato judicial, la segunda residencia que tiene en Villaux, localidad de unos 50 habitantes, en terrenos del propio parque nacional de Somiedo, un enclave en el que viven la mayoía de los pocos osos que quedan en Asturias y, por tanto, en España.

La operación coincidió con la aprobación por parte de la Junta General del Principoado de una proposición no de ley, que insta al Consejo de Gobierno a que solicite de la Comunidad Europea la entrada en vigor de la directiva relativa a la protección de los habitats naturales y seminaturales.

En caso de que pueda utilizarse con él la vía penal y los jueces le consideren culpable, Manuel Fernández podria ser condenado a una pena d seis meses de prisión y a unos seis millones de pesetas de sanción.

OPERACION CONJUNTA

En el descubrimiento de las pieles de oso y la consiguiente detencióin del presunto delincuente, participaron, en conjunto, miembros de la Asocoación para la Defensa de la Naturaleza-Fondo de Asturias para la Potección de los Animales Sanvajes (Adena-Fapas) y efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la 621 Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo.

En la casa de Manuel Fernández, ls agentes incautaron una piel de un oso adulto, otra de un oasezno de unos dos años (ambos matados en un plazo de dos o tres meses), nueve cartuchos cargados con postas, una escopeta del calibre 12 y un rifle de 22, así como algunas municiones.

El director de la Agencia de Medio Ambiente dew Asturias, Antonio Suárez Marcos, defendió la necesidad de titificar de una vez el delito ecológico y elogió la cooperación del Fapas, cuyos responsables han demostrado una vez más que saben cómo y dónde se mueven os osos, así como los métodos de actuar de los furtivos.