Ciencia

Los primeros jinetes de la historia cabalgaron cerca del Mar Negro hace 5.000 años

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo de investigadores ha encontrado la evidencia más antigua de personas que montaban a caballo al estudiar los restos de esqueletos humanos hallados en túmulos funerarios al oeste del Mar Negro, llamados kurganes y que datan de hace entre 4.500 y 5.000 años.

El estudio, publicado este jueves en la revista ‘Science Advances’, indica que esos túmulos funerarios de tierra pertenecían a la cultura yamna, cuyos pobladores habían emigrado de las estepas póntico-caspias para encontrar pastos más verdes en lo que es ahora Rumanía, Bulgaria, Hungría y Serbia.

Los yamnas eran pastores nómadas que viajaban con ganado y ovejas, y ahora se cree que iban a caballo. “La equitación parece haber evolucionado poco después de la supuesta domesticación de los caballos en las estepas de Eurasia occidental”, apunta Volker Heyd, profesor de arqueología en la Universidad de Helsinki (Finlandia) y miembro del equipo internacional que hizo el descubrimiento.

Estas regiones al oeste del Mar Negro constituyen una zona de contacto donde los grupos nómadas de pastores de la cultura yamna se encontraron por primera vez con comunidades de agricultores establecidas desde hace mucho tiempo con las tradiciones del Neolítico tardío y el Calcolítico. Durante décadas, la expansión de la gente de la estepa en el sureste de Europa durante la Edad del Bronce Temprano se explicó como una invasión violenta.

Con investigación del ADN antiguo, las diferencias entre estos inmigrantes del este y los miembros de las sociedades locales se hicieron aún más pronunciadas.

“Nuestra investigación ahora está comenzando a proporcionar una imagen más matizada de sus interacciones. Por ejemplo, los hallazgos de violencia física como se esperaba son prácticamente inexistentes en el registro óseo hasta el momento. También comenzamos a comprender los complejos procesos de intercambio en la cultura material y las costumbres funerarias entre los recién llegados y los locales en los 200 años posteriores a su primer contacto”, indica Bianca Preda-Balanica, también de la Universidad de Helsinski.

MOMENTO CRUCIAL

El uso de animales para el transporte, en particular del caballo, marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad. La considerable ganancia en movilidad y distancia tuvo profundos efectos en el uso de la tierra, el comercio y la guerra.

La investigación actual se ha centrado principalmente en los caballos. Sin embargo, montar un equipo supone una interacción de dos componentes y los restos humanos están disponibles en mayor número y en un estado más completo que los primeros restos de caballos.

Dado que es posible montar a caballo sin equipo especializado, la ausencia de hallazgos arqueológicos con respecto a la equitación más antigua no es inesperada.

“Estudiamos más de 217 esqueletos de 39 sitios, de los cuales unos 150 encontrados en los túmulos pertenecen a los yamnas. El diagnóstico de patrones de actividad en esqueletos humanos no es inequívoco. No hay rasgos singulares que indiquen una determinada ocupación o comportamiento. Solo en su combinación, los síntomas ofrecen información fiable para comprender las actividades habituales del pasado”, explica Martin Trautmann, bioantropólogo de la Universidad de Helsinki.

Los investigadores emplearon seis criterios de diagnóstico como indicadores de actividad ecuestre: sitios de inserción muscular en la pelvis y el fémur, cambios en la forma normalmente redonda de las cavidades de la cadera, marcas de impresión causadas por la presión del borde acetabular en el cuello del fémur, el diámetro y la forma del eje del fémur, degeneración vertebral causada por impacto vertical repetido y traumatismos que típicamente pueden ser causados ​​por caídas, patadas o mordeduras de caballos.

Para aumentar la fiabilidad diagnóstica, el equipo también utilizó un método de filtrado más estricto y desarrolló un sistema de puntuación que tiene en cuenta el valor diagnóstico, el carácter distintivo y la fiabilidad de cada síntoma.

En total, de los 156 individuos adultos de la muestra total, al menos 24 (un 15,4%) pueden clasificarse como "posibles jinetes", mientras que cinco yamnas y dos posteriores, así como dos individuos posiblemente anteriores, están catalogados como "muy probables jinetes".

“La prevalencia bastante alta de estos rasgos en el registro del esqueleto, especialmente con respecto a la integridad limitada general, muestra que estas personas montaban a caballo con regularidad”, afirma Trautmann.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 2023
MGR/clc