Esta medida, adoptada ayer por la Comisión conjunta de Seguridad y de Circulación y Transportes, que estudió la seguridad del servicio, autoriza a los agentes a parar a los taxis en cualquier punto de la ciudad y a cualquier hora de la noche y pedir la documentación a los pasajeros.

Con ello, el Ayuntamiento pretende conseguir que las personas con intención de atracar a un taxista piensen que en cualquier momento pueden ser interceptadas por los funcionarios.

La única persona detenida en los controles realizados la pasada noche fue Vital G. La intervención se produjo hacia las tres de la madrugada, cuando los agentes detuvieron un taxi en la calle Sevilla, a la altura de la calle Alcalá.

Los funcionarios sospecharon del pasajero, por lo que, tras pedirle que se identificara,le registraron, descubriendo en su poder 16 bolas de estupefaciente, presumiblemente hachís, por lo que fue detenido y trasladado a la comisaría de Centro.

Además de estos controles, el Ayuntamiento también amplió desde ayer el número de efectivos de policía de tráfico a pie y anunció que un alto porcentaje de la nueva promoción de 500 agentes municipales que estarán preparados próximamente realizarán turnos de noche.