El Aspire National Training Cente cuenta con pasillos y puertas especialmente diseñados para las sillas de ruedas, además de ascensores por todo el edificio. Incluso la piscina tiene una rampa de acceso para que los minusválidos en silla de ruedas puedan, por ellos mismos, acceder a ella. Asimismo, los programas de actividades como aerobic, baloncesto y rugby son para todo el mundo.

"Este centro es un perfecto ejemplo de cómo todo deporte puede ser adaptado para cualquier discapacidad. Tenemos los mismos tipos de aparatos que en cuaquier gimnasio, pero están acondicionados para que los pueda usar una persona en silla de ruedas", afirma Lewis Cohen, responsable de salud y mantenimiento del centro.

"La bicicleta es una de nuestras especialidades para ayudar a nuestros socios minusválidos a mejorar su capacidad cardiovascular. Se puede pedalear con las manos, con los pies o con ambos a la vez, dependiendo de la fuerza que se tenga en cada miembro", explica Lewis Cohen.

Los empleados del gimnasio son también otro ejemplo de la ilosofía del centro, ya que entre los monitores hay un buen número de discapacitados. "La mayoría de la gente recurre a mí sin ningún tipo de problema pero, a veces, cuando he tenido que enseñar a alguna persona no discapacitada el funcionamiento de algún aparato, me miran incrédulos. Todavía existe entre algunas personas cierto prejuicio hacia los minusválidos, y algunos creen que debería estar en casa frente al televisor en lugar de ayudar a la gente".

Los usuarios del gimnasio Aspire están contento con esta iniciativa, pero se quejan de que sólo exista una instalación de este tipo en todo el país y que el Gobierno no haga nada para cambiar esta situación.