Borrell expuso que la reforma fiscal establece una reducción del impuesto sobre la renta, "que por definición sólo puede beneficiar a aquellos que están sometidos a este impuesto", mientras que sí se verán afectados por el incremento de los impuestos indirectos. "Esto", en opinión de Borrell, "no hace sino agravar la injusticiaen la distribución de la renta de este país".

También señaló como ejemplo de lo que considera políticas "regresivas del PP" que "desde 1995 hasta lo previsto para 1999, el PIB -la riqueza que se produce en España- habrá supuesto un incremento del orden del 25 por ciento, pero las aportaciones del Estado -del conjunto de los contribuyentes- a los sistemas de protección social habrán crecido en el mismo periodo un 14 por ciento".

En su opinión, "ese 11 por ciento de desfase entre lo que es el increento de la riqueza y el esfuerzo solidario" es "típico, como era de esperar, de un Gobierno de derechas que hace de la solidaridad una cuestión de segundo orden".

Para los socialistas, esa situación debe ser corregida, por lo que de forma inmediata "el país debe hacer un esfuerzo pequeño pero significativo en beneficio de aquellos que se ven perjudicados por estas políticas regresivas", dijo Borrell.

En ese sentido, señaló que si la ley del IRPF establece un mínimo vital exento de 521.000 pesetas "es absolutamente lógico y coherente que las pensiones no contributivas alcancen este mínimo vital y no lo alcanzan".

Con el fin de financiar ese esfuerzo adicional, los socialistas proponen un reajuste en los sistemas tributarios, en particular un incremento del impuesto en las plusvalías bursálites.