Durante su intervención en el Foro Nueva Economía, Piqué aseguró que el apoyo de CiU a las cuentas públicas ha sido una "constante" durante la última década, como lo fue con los gobiernos socialistas, y recordó que la única excepción fue con los presupuestos previos a las elecciones generales de 199.

Piqué declaró que no hay motivo aparente para explicarse la decisión de CiU más allá de la estrategia electoral, ya que las cuentas públicas para el próximo año están distribuidas "con la misma filosofía" de años anteriores, en los que los nacionalistas catalanes sí respaldaron el proyecto del Ejecutivo.

El ex ministro de Ciencia y Tecnología calificó de "frivolidad" la postura adoptada por Artur Mas pero confió en que Convergencia i Unió recupere su buena relación con el Partido Popular tras ls elecciones generales.

PACTOS EN CATALUÑA

Piqué considera que será "muy difícil" que haya un acuerdo de gobierno antes de marzo de 2004 entre las distintas formaciones que optan a suceder a Jordi Pujol en la Generalitat. Las opciones son múltiples, a su juicio, pero advirtió de que si alguien pretende contar con el respaldo del PP tendrá que permitir su entrada en el futuro gobierno catalán.

El candidato afirmó que su única preocupación es que haya "consejeros del PP" en la Generalitat el año ue viene. Si lo consigue vería "culminado" su proyecto al frente de los populares catalanes.

Piqué condicionó también su apoyo a otro partido en Cataluña a que deja al margen las reivindicaciones estatutarias y constitucionales y tachó de "imposible" que el PP esté en el ejecutivo junto a alguien mantenga un proyecto como los presentados por Mas o Pasqual Maragall.

Preguntado por el plan presentado por el "lehendakari", Juan José Ibarretxe, para el futuro del País Vasco, señaló que el Ejecutivo "o se contempla" de ninguna manera la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que prevé la suspensión de la autonomía, en caso de que el PNV siga adelante con su proyecto soberanista.

RAJOY, COMO AZNAR

Por último, cuando se cumple un mes del anuncio de Mariano Rajoy como sucesor de José María Aznar, Piqué reconoció que los talantes de uno y otro son "distintos" pero avisó a los partidos nacionalistas de que encontrarán en el nuevo líder de los populares la misma "firmeza" y las mismas "conviciones" que su antecesor.

Respecto a su futuro, reconoció que, como a cualquier político, le gustaría ser ministro de Economía en un futuro pero, ante la posibilidad de que lo sea tras las próximas elecciones generales, matizó que tiene "cubierta" ese tipo de apetencias personales.