Los hechos se remontan al 21 de marzo de 1990 cuando, según la acusación, Puig aparcó su vehículo en la plaza del ayuntamiento de la citada localidad, en la fachada trasera de los juzgados que pretendía volar con un artefacto fabricado con 5 kilos de explosivos.

Sin embargo, la carga explosionó por causas desconocidas antes de que el indpendetista pudiera colocarla. Puig desmintió esta versión y aseguró que nunca tuvo conexión con la organización terrorista, aunque reconoció haber estado vinculado siempre a grupos independentistas.

De esta forma explicó, que la noche señalada recibió una llamada de un tal Narcis, al que conocía de vista, con el que quedó en un bar para que le comentara el resultado de una de las últimas reuniones de estos grupos.

Al llegar al punto de encuentro vio que el establecimiento estaba cerrado y regresó a sucoche, aparcado en la plaza del ayuntamiento. Cuando apenas se encontraba a unos metros del vehículo éste hizo explosión, causándole las lesiones citadas.

Dos periodistas de "El Punt Diari de Girona" que se personaron en el lugar de los hechos a los pocos minutos declararon ante el tribunal que vieron huir precipitadamente del lugar un vehículo y así lo publicaron en su crónica. Sin embargo, este dato fue desmentido por la Guardia Civil.

Dos senadores catalanes, Francesc Ferrer del grupo socialisa y Ramón Company de CiU acudieron también a la vista en calidad de espectadores. El primero de ellos es padre además de uno de los periodistas citados a declarar como testigos.

La vista fue suspendida por petición del fiscal, que solicitó a la sala la práctica de nuevas pruebas testificales con la comparecencia de dos de los agentes que intervinieron en el registro del domiclio del procesado.