Los medios aéreos y marítimos que forman parte del dispositivo de control y seguimiento del vertido del Prestige no detectaron, ninguna mancha de importancia en la zona de las Rías Baixas.

En los rastreos, se localizaron tres irisaciones que, una vez comprobadas, resultaron ser cambis en el color del agua, lo que aleja la posibilidad que se apuntaba ayer de ser nuevas manchas de fuel procedentes de los tamques del petrolero hundido.

El comisionado de Medio Ambiente también valoró el estado de las playas gallegas y, más concretamente, de las pontevedresas. "Al final del día todos los arenales pontevedreses quedan limpios, aunque por la noche siguen llegando pequeñas irisaciones que, en función de la dirección del viento, afecta a unas playas u otras", destacó.

Ante el riesgo e que el cambio de color del agua fuesen nuevas manchas de fuel, ayer una embarcación de desplazó a la zona para estudiar la situación, detectando que no se trataba de combustible.