En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Galeote recordó que Zapatero pidió "con vehemencia" al Ejecutivo una acción concertada en Europa para lograr más fondos destinados a Galicia.

Sin embargo, juzgó "falsa" esa intención porque "al mismo tiempo daba instrucciones para que en el Parlamento Europeo hagan too lo posible para que no nos den más dinero porque somos culpables".

Galeote argumentó esta acusación en la propuesta de los socialistas europeos para crear una comisión de investigación. Explicó que el Parlamento Europeo sólo prevé la aprobación de esta iniciativa cuando existan "alegaciones de infracción o de mala administración en la aplicación del derecho comunitario" por parte de una institución europea o de un Estado miembro.

Por tanto, aseguró que, si la iniciativa hubiera salido adelante,se hubiera podido deducir inmediatamente que el Gobierno de España vulneró el derecho comunitario o internacional.

En consecuencia, prosiguió argumentando Galeote, se hubiera perdido gran parte de la fuerza de España para reclamar fondos de ayuda destinados a Galicia y a las demás zonas afectadas por el vertido de fuel.

Con todo ello Galeote acusó a los socialistas de trasladar al Parlamento Europeo "una disputa partidista doméstica" con la que "están chapoteando" en Bruselas y perjudicando los itereses de los afectados.

También el diputado popular Ignacio Gil Lázaro se mostró "profundamente sorprendido" ante la comparecencia del secretario general del PSOE en respuesta a las acusaciones de manipulación de un documento de Marina Mercante formuladas por el PP contra el portavoz socialista, Jesús Caldera.

Gil Lázaro vio a Zapatero "inseguro, crispado, sin ser capaz de establecer con claridad las cuestiones claves", es decir, si conocía con antelación "la burda manipulación" tramada por Calera y si comparte sus métodos.

Dio un paso más al asegurar que, si Zapatero no aplica "la doctrina Carmona", es decir, la dimisión, a su portavoz, los populares deducirán que el líder del PSOE comparte los métodos de "mentira y manipulación" empleados por su portavoz en lo que bautizó como "caso Caldera".