Según fuentes de la Consejería de Sanidad, las 870 muestras de pescado recogidas en las costas gallegas y analizadas por el Laboratorio de Salud Pública de Lugo, dependiente de Sanidad, resultaron en su totalidad aptas para el consumo humano.

En una información aparecida hoy en el diario "El Mundo" se señala que u estudio de la Universidad de La Coruña demuestra que el nivel de los hidrocarburos aromáticos en almejas, percebes, pulpo y gambas es muy superior a lo registrado por la Agencia de Seguridad Alimentaria.

Tras el accidente del "Prestige" la Consejería de Sanidad explica que intensificó las inspecciones realizadas sobre los productos del mar en lonjas, plazas de abastos, hipermercados, etc. hasta realizar más de 42.000 para asegurar así que todos los productos del mar que se encontraban en la cadena dealimentación humana fuesen aptos para el consumo.

Para eso, se intensificó la frecuencia de la inspección de las industrias de pesca, susceptibles de recibir productos procedentes de la pesca, marisqueo o acuicultura, fundamentalmente en lonjas, depuradoras, lugares donde se cuece el marisco y piscifactorías y también en mercados.

Los primeros criterios de aceptación o rechazo de productos, utilizados con carácter urgente y con amplitud admitidos para la evaluación de los productos del mar, fuero los sensoriales a los que, en una fase posterior, se añadieron criterios basados en la determinación analítica de hidrocarburos. Dichos criterios consistían en:

- Examen visual de los productos, con el objetivo de detectar cualquier traza de contaminación de los tejidos externos, lo que supondría la inmediata exclusión del procutos para su consumo.

- Examen organoléptico de los productos, por el que cualquier presencia de pequeñas cantidades de contaminante podría ser detectada por el olor o sabr, debido a que los productos del petróleo contienen abundantes compuestos ligeros y volátiles. Cualquier olor o sabor desagradable es criterio para el rechazo.

Además de la intensificación de las inspecciones por parte de los inspectores de Salud Pública, se dotó al Laboratorio de Salud Pública de Lugo de los sistemas de detección y cuantificación de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAH) necesarios.

Así, se compró un nuevo equipo que permitió fortalecer la línea de determinación de PAHs y tros contaminantes, además de posibilitar el cumplimiento nuevos criterios establecidos por la Unión Europea en cuanto a límite de detección de los métodos analíticos.

Los más de 800 muestras recogidas de los puestos de venta analizados en este centro eran aptas para el consumo.

Esta laboratorio lucense y el del Centro de Control del Medio Marino de Vilaxoán de la Consejería de Pesca, forman parte de un grupo de trabajo de laboratorios a nivel nacional, en el que participa el laboratorio del Cento Nacional de Alimentación de Majadahonda, el laboratorio del CSIC de Barcelona, el del Instituto Municipal de Barcelona y otros laboratorios oficiales de Valencia y del País Vasco, así como el laboratorio de Anfaco-Cecopesca.