El 'Pizarro' inició ayer la navegación desde su zona de observación en las costas de Asturias y Cantabria hacia las islas donde están operando cerca de 400 militares de la Escuela Naval Militar, la Brigada de Infantería de Marina y los buceadores de combate.

Además de la limpieza sobre rocs y playas, el personal militar es el encargado del apoyo logístico y del transporte de los residuos, función primordial para la completa descontaminación del archipiélago.

El buque 'Pizarro' cuenta con una dotación de más de 150 marinos y una unidad de Infantería de Marina con cerca de 300 efectivos.

Las labores de observación de las manchas de fuel vertido, en el litoral cantábrico y gallego, han sido encomendadas a las embarcaciones Marola (Santander), Mouro (Gijón) y Bergantín (Ferrol). Estasunidades cuentan con el apoyo de aeronaves del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire.

Por su parte, el buque de asalto anfibio Galicia se encuentra fondeado en las islas Cíes, donde colabora en las labores de limpieza, y la fragata Extremadura está controlando el tráfico marítimo en la zona de Finisterre.