Aznar y apatero se enzarzaron en una dura diatriba dialéctica durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados, en la que el presidente respondió tres preguntas sobre el "Prestige", una de ellas del líder socialista.

En su primer turno de respuesta, Aznar reconoció que hubiera deseado "aún más rápida y más eficaz, y también hubiera preferido que el Prestige no hubiese tenido un accidente".

Zapatero denunció la negativa del presidente a hablar con la oposición y también su afirmación de que lo hilos de fuel emanados del buque se estaban solidificando, que han resultado ser de 125 toneladas diarias alcanzando la superficie.

"Una mentira de 125 toneladas. En democracia, la mayor deslealtad, señor Aznar, es el engaño a la ciudadanía", dijo el líder socialista, en respuesta a las acusaciones de deslealtad lanzadas por el Ejecutivo.

Explicó que sus advertencias sobre las consecuencias del vertido y las medidas necesarias se deben, precisamente, a su lealtad a España, y acusó a Aznar de habr estado más preocupado por salvar su responsabilidad que por abordar la catástrofe, por denostar a la oposición que por informarla.

"Cambie el rumbo, una a este país frente a esta gran catástrofe, convoque a todos los partidos políticos, pida más ayuda internacional, destine más efectivos del Ejército, hasta diez mil, proteja más las Rías Bajas. Ahora, señor Aznar, llámeme lo que quiera, pero, por favor, recupere la dignidad del Estado, si es que puede", concluyó.

"MANCHAS PEORES"

El president ironizó con la "acreditada eficacia de su señoría en puestos de tan alta responsabilidad como ha tenido, y cuando se produjo la catástrofe del 'Mar Egeo', en 1992", y aseguró que la dignidad del Estado y del Gobierno "está bastante bien salvaguardada".

Aznar le reprochó que el PSOE no tenga la misma indignación con los armadores o la empresa contratante del buque y la falta de solidaridad expresada por los socialistas españoles y del resto del mundo.

Acusó a los socialistas de utilizar la catástofe "para intentar buscar ventajas políticas" y aseguró que la batalla contra el fuel "la vamos ganando". "Pero hay manchas que son peores que esa, y son las de la insolidaridad, de la demagogia y del oportunismo, y esa, señoría, la lleva usted ya en su currículum para toda su vida".

En respuesta a otra pregunta del coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, el presidente aseguró que el Gobierno actuó "con la mayor rapidez posible" y añadió que ningún país está preparado para afrontar on sus propios medios una catástrofe de tal envergadura.

En todo caso, le aseguró que acepta todas las críticas, pero respeta más las de quienes están trabajando que las de quienes "se dedican a darse paseos electorales para intentar buscar votos".

CHAPAPOTE EN LA GAVIOTA

Llamazares se mostró convencido de que Aznar sólo se ha dado cuenta del alcance del vertido "cuando el chapapote había llegado a La Moncloa y había lastrado las alas de la gaviota del Partido Popular".

Le acusó de haber atuado como una administración colonial, de no haber prevenido el accidente, de haber utilizado el mar como un vertedero y de reducir el Estado. Le espetó por ello a "dejar las riendas del caballo de la soberbia" y a pedir ayuda a la oposición y a las instituciones europeas e internacionales.

Aznar aseguró que el Gobierno está preparado para seguir trabajando "el tiempo que haga falta y con los medios que haga falta". En respuesta a la diputada del PP María Jesús Sáinz, el presidente garantizó que las yudas a los afectados se prolongarán mientras duren las consecuencias del vertido.

Anunció además que el decreto que aprobará el Consejo de Ministros el próximo viernes extenderá las ayudas directas a los afectados de Cantabria, Asturias y País Vasco, y el Ejecutivo "se volcará" en Galicia para superar lo ocurrido.