En la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre hispano-francesa en la capital malagueña, Aznar dijo que habrá controles exhaustivos sobre los barcos con más de 15 años de antigüedad, que tengan casco único, que transporten fuel o alquitrán, que no estén equipados con dispositivos de medidas del nivel y la presión hidrocarburos, y que sean unaamenaza para las costas españolas.

En los casos extremos, esas medidas de control darán lugar a la "expulsión de la zona de económica exclusiva" de esos barcos, si se considera que constituyen un peligro, salvo que los responsables de las embarcaciones, según explicó Aznar, den "toda la información completa sobre la carga, los destinos, los documentos relativos al estado de pabellón que enarbolan", entre otras cosas.

En caso de duda, se procederá a realizar inspecciones por parte de los especialitas del Estado español en este campo y, si no se dan seguridades suficientes, la embarcación sospechosa será expulsada de la zona económica exclusiva.

Aznar, quien explicó que Francia hará lo mismo en sus aguas, recalcó que estas medidas tienen fundamento jurídico en el artículo 56 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.