De esta forma, la duración de la objeción de conciencia quedará equiparada a la del servicio militar, lo que beneficiará a decenas de miles de jóvenes que están en situación de disponibilidad.

La Ley de Objeción introduce una importante novedad en relación con la situación de disponibilidad desde que el solicitante adquiere la conición legal de objetor de conciencia hasta que se inicia la situación de actividad, estableciendo un tope de tres años. Transcurrido ese plazo, si el objetor no hubiese iniciado la actividad por causas no imputables a si mismo, pasará directamente a situación de reserva.

Esta novedad se aplicará a todos los objetores de conciencia que, habiendo sido reconocidos con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva ley, tuvieran pendiente o no hubieran finalizado aún el cumplimiento de la prestación socia. Eso supondrá el pase a situación de reserva de numerosos objetores que permanecieron durante tres años en situación de disponibilidad al amparo de la anterior legislación, estén o no realizando la prestación social.