El interno, que se encontraba en una celda de aislamiento por haberse escapado de la prisión el pasado 1 de agosto, consiguió saltar la valla exterior de la cárcel después de hacerun agujero en el techo con un destornillador. Los hechos sucedieron a la 5,30 de la madrugada de ayer.

Rodríguez Sierra pudo saltar el muro exterior del centro con la ayuda de una sábana, según explicó el jefe del departamento de Relaciones Exteriores de Servicios Penitenciarios, Marcel Joan.

Un guardia civil que se encontraba de servicio se dio cuenta de la fuga y alertó al cuerpo de guardia. A pesar de que Miguel Rodríguez salió corriendo, pudo ser atrapado en el hostal Recasens, a unos 500 metos del centro penitenciario, indicaron las mismas fuentes.

El preso fue detenido en la localidad de Palafrugell (Gerona) el 8 de agosto, tras haberse fugado por primera vez de la cárcel de Figueres una semana antes, y ayer se encontraba a la espera de ser trasladado a la cárcel de Ponent, de Lérida.

Rodríguez fue llevado hoy al centro penitenciario de Lérida, donde le asignaron una celda del departamento especial de máxima seguridad.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias de laGeneralitat anunció hoy que incrementará al máximo las medidas de seguridad de todos los pensales de Cataluña, después de las numerosas fugas registradas en las últimas semanas.

Además de Rodríguez, el día 31 de julio huyó de la prisión de Figueres Bernardino Ballester Corrales, al que la policía había detenido el 2 de agosto en un bar de Polinyà, tras identificarle por su aparición en el programa de TV3 "La vida en un xip".

Por otro lado, el pasado 23 de julio, cuando sólo faltaban 48 horas parala inauguración de los Juegos Olímpicos, 13 presos se escaparon de la cárcel de Lérida y tres días después dos internos de la Modelo de Barcelona trataron de fugarse por el tejado.

La sección de prisiones de Comisiones Obreras (CCOO) de Cataluña pidió ayer la dimisión del director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Ignasi García Clavel, por la falta de control existente en las cárceles catalanas.