Rojo emitió un comunicado, nada más conocer el asesinato del empresario Ignacio Uria Mendizabal, para lamentar que "los terroristas han vuelto a matar de la forma más cobarde, en una demostración más de lo que son: asesinos que únicamente merecen todo nuestro desprecio y nuestra repulsa".

Asimismo, trasladó a los familiares de la víctima y a los empresarios vascos todo su "afecto y cariño" y condenó esta "acción cobarde de los pistoleros de ETA, que sólo buscan frenar el progreso y el bienestar de la sociedad vasca y española, algo que no lograrán jamás".

Rojo indicó que este atentado se ha producido un año después del asesinato en 2007 de dos guardias civiles en Capbreton (Francia) y cuando los demócratas "ponemos en valor estos 30 años de Constitución, que nos ha marcado un camino de libertad y progreso que ETA no podrá truncar".

"Desde el fortalecimiento de la unidad de los demócratas frente a ETA y a pesar del dolor y del sufrimiento quiero decirles a los terroristas que su estación de destino es la cárcel", sentenció.

Además, aseguró que a los demócratas "no nos valen los silencios cómplices de aquellos que siempre miran para otro lado ni la equidistancia entre víctimas y verdugos".