Durante su participación en el Fórum Europa, Sanz aseguró que el líder del Partido Popular "no ha roto ningún acuerdo" con el Ejecutivo, porque "quien ha roto ese acuerdo y las reglas de juego es el señor Zapatero".

Sanz adujo que, en su intento de abrir un proceso de diálogo con los terroristas, Zapatero ha roto el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que suscribió con el PP en diciembre de 2000, y ha acabado con la "lealtad" que siempre deben tenerse el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.

A su juicio, el anuncio de Rajoy de romper relaciones con el Ejecutivo mientras no rectifique su apoyo a la reunión de los socialistas vascos con Batasuna "era lógico y razonable". "No tenía otro camino que decir que se habían roto todos los puentes de entendimiento con el Gobierno", agregó.

Sanz manifestó que, al igual que Rajoy, él tampoco tiene "ninguna fe" en los pasos que está dando Zapatero, ni en los que viene dando desde hace años ETA-Batasuna. Según dijo, "no es una cuestión de fe o dogmas, sino que es una cuestión de sentido común y decencia".

Por muy cansados que los españoles estén del terrorismo, aseveró que no están dispuestos a lograr el fin de ETA "a cualquier precio", ya que no sería una verdadera paz, sino "la paz de los cementerios". "Paz sin libertad no es paz", remachó.

PUERTA ABIERTA AL REENCUENTRO

El presidente navarro dejó abierta, no obstante, una puerta al reencuentro entre el Partido Popular y el Gobierno socialista de Zapatero siempre que se produzca "una reconducción de las posiciones" que viene manteniendo este último.

Sanz señaló que el Partido Popular de Mariano Rajoy "debería volver a la senda del consenso" si Zapatero enmienda su acercamiento a la izquierda "abertzale" y la reunión entre el PSE y Batasuna no llega a producirse.

Recordó que Batasuna es un partido ilegal desde 2003 por sentencia del Tribunal Supremo, por lo que considera que sentarse a hablar con este partido supone "pagar un precio político" y someterse al "chantaje" de los terroristas.

Por eso, lanzó un reto a Zapatero para que, si quiere devolver a Batasuna a la legalidad, derogue la Ley de Partidos Políticos y asuma el consiguiente "coste político". "Sólo cuando Batasuna cumpla con la Ley de Partidos podrá ser un partido legal y defender sus objetivos por medios democráticos, pero no se puede presentar a las elecciones sin condenar la violencia, porque no lo permite la ley", explicó.

Sanz arremetió contra la aproximación del Partido Socialista a la izquierda "abertzale", que quedó visualizado con la fotografía que la dirigente del PSE Gema Zabaleta se hizo con las representantes del PCTV.

Aquella imagen, según el presidente Navarro, representa "el terrorismo, el nazismo, el chantaje y la extorsión", mientras que la de Rosa Díaz con la concejala popular Pilar Elías es "el futuro, la libertad y la dignidad".

Asimismo, advirtió de que un gobierno navarro entre socialistas y nacionalistas tras las elecciones autonómicas de 2007 supondría "el principio del fin de Navarra" dentro de la España actual y significaría el primer paso para formar parte de la "quimérica Euskal Herria" que defienden los independentistas vascos.

Sanz se opuso a la celebración de un referéndum en Navarra "porque sí o porque lo solicita ETA", en virtud de la disposición transitoria cuarta de la Constitución. Argumentó que no es una cuestión de "miedo", porque si los nacionalistas no lo han planteado ya mismo es precisamente "porque saben que pierden".

Finalmente, preguntado sobre el papel que el rey Juan Carlos está jugando en todo este proceso, Sanz declaró que el trabajo del Monarca siempre le produce "un gran respeto", porque "sabe jugar el papel que le corresponde con absoluta profesionalidad". "El Rey es un profesional de la monarquía", concluyó.