Zorrilla señaló que "todos somos conscientes de lo que ocurre en nuestras calles. Nos encontramos cada vez con movimiento más difíciles y comportamientos más extraños".

Además, hizo un llamamiento a la sociedad a mantener la calma y la serenidad, que, a su juicio, son necesarias para "buscar una salida que difícilmente la vemos".

Junto a Zorrilla, se encontraban los vicepresidentes de la asociación, Alberto Buen y José Gurrutxaga, alcaldes de Irún y Tolosa, respectivamente. Además, se solidarizaron con los trabajadores de Alditrans varios miembros del Consejo de Relaciones Laborales: el presidente, Alberto Esteban,y el secretario general, Gonzalo Sarmiento.

Esteban aseguró que el fenómeno ETA "es negativo para la construcción política, social y económica de Euskadi", e hizo un llamamiento a la banda terrorista para que "salgan de su nicho, se abran y vean lo que verdaderamente está pasando en la sociedad".

Los empleados de José María Aldaya permanecieron en silencio durante cinco minutos frente a las puertas de la empresa para pedir su libertad a ETA, que le mantiene secuestrado desde hace 217 días. Los mimbros de Alditrans, junto a los dos hijos menores de Aldaya, portaron su habitual pancarta de "Todos somos José Mari".