Herrera declaró que el anunciado cierre de la factoría a manos de United Biscuits, su propietaria, es una decisión industrial "absolutamente injustificada, ya que ha encontrado respuesta en los propios empresarios y entidades financieras de Castilla y León, que estarían a disposición lógica de mantener un marca que nació en el siglo XIX en el corazón de Palencia".

Asimismo, aseguró que la decisión del cierre de Fontaneda "no solamente va contra la tradición galletera sino también contra lo que serían soluciones alternativas que permitirían mantener la capacidad de fabricación, los puestos de trabajo y la marca 'Fontaneda'".

"Llevarse la marca 'Fontaneda' de Castilla y León es como llevarse alguna de nuestras catedrales", concluyó.

Por su parte, el alcalde de Aguilar de Campoo, Javier Salido,desmintió en la misma emisora que su ayuntamiento conociese de antemano la decisión del cierre de "Fontaneda". "Nos venían a hablar los representantes de United Biscuits y creíamos que era sobre una calle que tienen en propiedad y que les exigíamos que reparasen (...), pero nos comunicaron que se cerraba".

"El pueblo está herido en su orgullo, son 212 obreros que se despiden y otros 70 trabajadores indirectos, lo cual provocará una pérdida de 1.000 personas en una comarca que ya está deteriorada", añaió.