En su opinión, la actual crisis que se vive en Canarias "presenta una cultura de dolor y de muerte, así como el fracaso de tantos análisis y políticas de intervención. Se sigue alimentando el trazado de nuevas rutas de acceso y una persistente actuación de las mafias".

Martínez reconoció que, "ante este drama human,o no tenemos capacidad de acogida y respuesta digna para los que llegan, no somos capaces de ofrecerles una perspectiva cierta de integración y desarrollo, que los incorpore al sistema productivo, al tejido social y cultural como elementos que aportan y enriquecen".

Considera Martínez que "hemos de conjugar otros verbos,practicar otras políticas y desarrollar otros planes de actuación, hemos de invertir recursos económicos y humanos para generar otra cultura de colaboración internacional que haga posible el desarrollo, el futuro y la vida en los países donde se genera el éxodo".