Guerra, que presentó en rueda d prensa un libro sobre los nueve años de Gobierno socialista, respondió a las declaraciones realizadas el pasado fin de semana por Aznar, en las que aseguraba que España vive el mayor momento de corrupción de todo el siglo XX.

"Tal vez (Aznar) tenga datos que yo desconozco. Ha sido presidente de Castilla y León y a lo mejor tiene datos, que debería darlos", dijo el "número dos" del PSOE.

El dirigente socialista también tuvo duras palabras para la patronal CEOE y las recientes críticas de su presiente, José María Cuevas, contra el estado de la economía española.

Guerra denunció los pronunciamientos "de partido" de la CEOE ante la opinión pública, sin "objetividad" y "favoreciendo los intereses de una opción política".

"No es bueno para los empresarios que la CEOE hable como un partido. Aunque le ampare una opción política que todos conocemos y el corazón le palpite de un lado, tiene que tener objetividad y no favorecer a esa opción, que por más piropos que se le echen, no levanta cabeza",precisó el vicesecretario general del PSOE aludiendo al Partido Popular.

Respecto a las críticas vertidas por el Papa Juan Pablo II contra las "restricciones legales" a la enseñanza católica en España, el dirigente socialista manifestó que nunca ha habido en nuestro país una etapa en la que se garantice más la enseñanza de la religión. "Aunque lo correcto es que también garanticemos la libertad de quienes no quieren recibirla", añadió.

A preguntas de un periodista, Guerra esquivó irónicamente emiir su balance sobre el papel que han desempeñado los medios de comunicación en estos nueve años de poder socialista.

"Aquí sí que tendría que recurrir al Pontífice: que Dios me coja confesado. Menuda cosa me pide usted. Si no saco el incensario, aviado voy", agregó Guerra, quien añadió que estaría dispuesto a leer "con mucho gusto" un balance realizado por los propios profesionales de la comunicación.

DIFICULTADES DE CRECIMIENTO

Alfonso Guerra, junto al secretario de Organización socialista Jos María Benegas, y el responsable de Asuntos Económicos, Francisco Fernández Marugán, presentó en la sede central del PSOE un libro divulgativo sobre los nueve años de poder socialista.

Bajo el título de "Tiempo de progreso 1982-1991", esta obra se divide en seis folletos explicativos de la gestión socialista denominados "Nueve años de progreso", "España en el mundo", "La superación de la crisis económica", "El estado de las autonomías, consolidado", "Una sociedad más igualitaria y cohesionada" y "Una ociedad que puede elegir su futuro".

A partir de enero, el PSOE desplegará una campaña en las federaciones regionales y locales del partido para que todos sus cuadros dirigentes transmiten a los ciudadanos los principales logros de la gestión socialista.

VALORES DEL SOCIALISMO

Como resumen de esos nueve años, Guerra dijo que el balance de progreso es satisfactorio, porque a pesar de las dificultades, "la democracia está consolidada, España juega un papel relevante en el mundo y estamos en dificltades de crecimiento, no de crisis económica".

El dirigente del PSOE destacó la mejora en la cobertura sanitaria pública, las pensiones y la educación como síntoma de que "se ha avanzado de manera decidido en la defensa de los valores del socialismo democrático: libertad, solidaridad e igualdad".

Como datos significativos, subrayó que el gasto total en protección social se ha elevado en los últimos cinco años de 3,4 billones a 11,3 billones de pesetas.

En el capítulo de educación, recordó qe en el curso 1982-83 había 160.000 estudiantes que disfrutaban de beca escolar, mientras que en el curso 1991 hay 748.000.

En materia económico-laboral, señaló que aunque en los últimos meses las cifras no son positivas en cuanto al índice de paro, el crecimiento de empleo continúa.

Respecto a las demandas de moderación salarial formuladas por Felipe González días atrás, afirmó que hay que encontrar un "equilibrio" entre la moderación del aumento salarial y los excedentes empresariales utilizand la responsabilidad de todos los agentes sociales implicados y sin necesidad de tener que recurrir a mecanismos legislativos.

Sobre el Estado de las autonomías, señaló que la participación de las regiones en el reparto total de los recursos del Estado ha pasado de un 5,2 por ciento en 1982 al 23,9 por ciento en 1990. "Es muy difícil que se pueda decir que el Estado es deudor en el reparto competencial", estimó.

Guerra fue más allá y dijo que cuando se consiga el pacto autonómico, España sobrepasaá en reparto de competencias incluso a Canadá, el país con una estructura federal más acentuada.

No obstante, sostuvo que pese a no disponer todavía de este acuerdo, España ya está a la par de Alemania y Estados Unidos en cuanto al grado de descentralización de competencias.