La embarcación, presentada bajo la marca SOLEMAR, es un catamarán de 4 metros de eslora y 2,20 metros de manga. Tiene capacidad para cinco personas, informó en el comunicado Soledad González, presidenta del Centro Tecnológico Electrosolar, con sede en Marratxinet (Islas Baleares). Ahí se han realizado los trabajos de investigación y desarrollo tecnológico de esta embarcación a cargo de los ingenieros del Centro, Alvaro Gómez y Lorenzo Balaguer.

El catamarán es capaz de alcanzar una velocidad máxima de cinco nudos, gracias a los paneles solares, a las baterías de gel y a un motor eléctrico de 600 Watios, que le dan una autonomía indefinida con sol y de 10 horas sin sol. Es insumergible, debido a la espuma expandida que rellena los cascos.

Durante el día, con un nivel medio de irradiación solar, y navegando a su velocidad de crucero de tres nudos, el motor consume la misma cantidad de energía que la generada por sus paneles solares. De este modo, la energía utilizada por la embarcación es totalmente gratuita e inagotable, pues no necesita ninguna fuente de apoyo exterior.

Al no depender de combustibles fósiles para su funcionamiento, no contamina el mar ni con residuos de petróleo ni con ruido. Se evitan así, señala el comunicado, la emisión de aproximadamente 714 toneladas de CO2 a la atmósfera y el consumo de 100.000 litros de gasolina de una embarcación de características similares pero con un motor convencional de gasolina durante una vida útil de 25 años.

Esta primera embarcación solar de recreo ha sido construida en Campos (Islas Baleares) por Seacleaner Trawler SA, que también ha construido los primeros barcos solares de pasajeros. El primero de ellos está actualmente en servicio, en el Puerto de Palma de Mallorca, realizando cruceros divulgativos en colaboración con la Fundación para el Desarrollo Sostenible.