"¿De todos los europeos, no son los belgas los más racistas?", se pregunta el rotativo 'Le Soir' en relación a los asombrososresultados que se ha granjeado el Vlaams Blok, especialmente en el área de la ciudad de Amberes. El artículo hace referencia al Eurobarómetro 1997 de la Comisión Europea que indicaba que un 22% de la población belga se consideraba 'racista y xenófoba', por encima de los datos obtenidos en Francia (16%) y en Austria (14%).

Un 59% de los belgas considera que hay que "devolver a sus países" a los inmigrantes legales si no encuentran trabajo en Bélgica, frente a un 43% de los habitantes de la Unión Europe. Tres de cada cuatro belgas opina, además, que es necesario expulsar a los inmigrantes ilegales, lo que supone un 10% más que la media europea a favor de esta medida, según estas encuestas comunitarias.

Sin embargo, Bélgica es un país con grandes diferencias a nivel regional. De esta forma, Flandes es la región donde más rápido se ha extendido el fenómeno de la ultraderecha, mientras que este tipo de manifestación política tiene un carácter más confidencial y moderado en Valonia.

También estas atitudes varían según la edad y la cultura de los belgas. Los francófonos son mucho más propensos a no declararse racistas y les gusta poner de manifiesto que se llevan bien con vecinos o colegas de otras nacionalidades. Por el contrario, más de un tercio de los flamencos afirma no haber tenido jamás contacto alguno con un extranjero.