Este acto es el primero de monseñor Portillo en Madrid, después de que, el 17 de mayo de 1992, el fundador del Opus Dei, monseñor Jose María Escrivá de Balaguer, fuera beatificado por el Papa Juan Pablo II.

El prelado del Opus Dei recordó el nacimiento de la Obra en Madri, el 2 de octubre de 1928. "Desde aquí", dijo, "se ha ido extendiendo a todo el mundo, tal como lo vio el fundador. Vio toda la inmensidad de hombres y mujeres que seguirían este camino de santificación, en el trabajo ordinario, cumpliendo las obligaciones normales de cada día".

Insistió en que los cristianos no deben sentir respetos humanos, a la hora de vivir sus creencias, y afirmó que han de estar dispuestos a dar la cara por Cristo.

Preguntado por cuándo podrá tener lugar la canonización delbeato Jose María Escrivá de Balaguer, aseguró que para ello es preciso primero un milagro reconocido por la Santa Sede. "Hace falta un milagro, y los milagros los hace Dios", dijo el obispo prelado.

Comentó que han sucedido cinco o seis casos extraordinarios, precisamente en días cercanos a la Beatificación, y recordó un comentario de Papa Juan Pablo II sobre aquellas jornadas, diciendo que los actos en la plaza de San Pedro constituyeron "un maravilloso acto de fe".

El obispo prelado del Opus De aludió al peligro del consumismo, de la búsqueda del bienestar por sí mismo. "Gente que pone entre paréntesis a Dios, para no oirle, y que terminan de hecho negando la exitencia de Dios. Y se apartan de Dios no sólo personas, sino también las familias". Este afán consumista, en medio de un mundo que pasa hambre, no es cristiano, agregó.

Monseñor Alvaro del Portillo se refirió a la importancia del sacramento de la confesión, "huella del amor de Cristo, en su paso por la tierra", y animó a los presente a vivir bien esta práctica cristiana y a que mucha gente vaya también a confesar, porque es, según dijo, "el sacramento de la alegría".

Del Portillo, que comentó que recientemente ha comenzado la labor del Opus Dei en la India, solicitó a los presentes que rezaran por el Papa.

Sobre los que insisten en decir que se encuentra enfermo, afirmó que "tienen ganas de presentarle como una persona gastada, desgastada, y la verdad es que se encuentra muy bien y con mucho sentido del humor. Terminó pidieno también oraciones por todos los obispos".

El prelado del Opus Dei, que estos días han mantenido encuentros semejantes en Jerez de la Frontera (Cádiz), regresa mañana a Roma.