El precio medio del metro cuadrado se situó de esta manera en 102.808 pesetas para lasviviendas nuevas y en 111.230 para las usadas. En consecuencia, el precio medio de un piso de cien metros cuadrados oscila actualmente entre 10,2 y 11,1 millones de pesetas.

En el mercado de viviendas usadas, los mayores incrementos se produjeron en Navarra, Madrid y Cataluña, donde se encarecieron un 34,7, un 27,3 y un 16,9 por cien respectivamente. También aumentaron por encima de la media en Murcia (13), Asturias (12,3), Castilla La Mancha (7,4) y La Rioja (7,2).

Por debajo del incremento medi se situaron Canarias (5,1), Extremadura (4,7), Andalucía (3,6), Valencia (0,6), y registraron descensos Galicia (-0,6), Aragón (-8,9), Cantabria (-9,3), Castilla y León (-10), Baleares (-23,3) y País Vasco (-26,1).

En el mercado de viviendas usadas, sólo vieron abaratados los precios Canarias (-0,7) y Castilla La Mancha (-4,9), mientras que tuvieron incrementos en La Rioja (29,5), Castilla y León (18,3), Baleares (17,4), Extremadura (16,9), País Vasco (14,7), Asturias (13,9), Andalucía (13,4), Valenca (11,1), Galicia (11), Murcia (10,4), Navarra (8,7) Aragón (6,3), Cantabria (5), Cataluña (4,6) y Madrid (3,9).

Según los expertos del Banco Hipotecario, un menor ritmo de ventas y una "desaceleración notable" del aumento de los precios fueron las notas dominantes en el mercado inmobiliario durante el primer semestre de 1991.

Los datos provisionales existentes sobre los meses de julio y agosto muestran nuevos descensos en el ritmo de ventas, especialmente acusados en los locales comerciales y la viviendas libres de nueva construcción, y una "moderada reducción" en los precios, con excepción de los pisos de protección oficial, que se encarecieron.

Asimismo, los datos del BHE revelan que el "boom" de precios inmobiliarios se está trasladando de las capitales de provincias al resto de España, donde el aumento medio fue del 6,2 por cien en las viviendas libres y del 16 por cien en las usadas. Esos incrementos superan en 0,3 y 4,3 puntos a los registrados en las capitales.

AYUDAS A LA VIVIENDA Por otra parte, el Banco Hipotecario ha realizado una nueva estimación del coste de la política de vivienda para las administraciones públicas, que cifra en 490.281 millones de pesetas durante 1990.

Esa cantidad representa el 0,98 por ciento del PIB, ligeramente inferior al gasto realizado en los tres ejercicios precedentes, en que superó el 1 por cien.

Del gasto en vivienda durante 1990, 211.416 millones fueron ayudas directas del Estado y las comunidades autónomas, 232.865 millones correspodieron a las bonificaciones y desgravaciones fiscales y 46.000 millones a costes financieros derivados de la aplicación por parte del BHE de tipos de interés por debajo del mercado.

En el capítulo de ayudas fiscales, que representan el 47,5 por cien del total, 94.287 millones corresponden a deducciones en la cuota por inversión en vivienda y 132.600 millones a deducciones tributarias en los intereses pagados por los créditos hipotecarios, que recayeron en ambos casos sobre el Estado.

Las comunidaes autónomas aportaron 4.857 millones en concepto de exenciones a viviendas de protección oficial (VPO) en el pago del impuesto de actos jurídicos documentados, y las corporaciones locales, otros 1.121 millones, en bonificaciones a las VPO en los tributos locales.

Estas cifras reflejan una drástica caída en las ayudas fiscales de las corporaciones locales (que en 1989 aportaron 14.059 millones en exenciones), como consecuencia de la entrada en vigor el 1 de enero de 1990 de la nueva Ley de Haciendas Lcales.

En esta ley se suprimireron las bonificaciones fiscales a las VPO, con la excepción de la bonificación del 50 por ciento en la cuota del impuesto sobre bieners inmuebles, para los edificios construidos al amparo de la legislación sobre viviendas de protección oficial.