Este servicio del Gobierno regional nació con el objetivo de desarrollar una labor de mediación en el mercado libre de alquiler y fcilitar a la juventud madrileña el acceso a un piso. Para ello, la Administración autónoma suscribió un seguro contra el impago de las rentas y todos los desperfectos que pudieran producirse en la vivienda, alquilada a través de la Bolsa.

En estas condiciones, durante 1992, se susribieron 329 contratos de alquiler, con un resultado de 774 jóvenes alojados, según datos del Ejecutivo regional.

Además, la Bolsa de Alojamiento Joven proporciona información directa sobre la oferta de viviendas de alquler o habitaciones, asesoramiento jurídico con relación a contratos de arendamiento, totalmente gratuito. En 1992, más de 10.000 madrileños pudieron resolver sus dudas acudiendo a estas oficinas.

Este servicio se incluye en el Plan de Vivienda 1992-95 de la CAM que contempla la promoción de algo más de 16.000 viviedas para jóvenes. Para los responsables de este programa, "el éxito de la bolsa recomienda la apertura de nuevas oficinas en el área metropolitana este y sur de la CAM".