Según informó la pinacoteca, se han digitalizado más de 1,7 millones de páginas, se ha revisado la catalogación de 1.400 libros antiguos y se han catalogado otros 220 libros raros y 2.000 estampas contenidas en las cartillas de dibujo.

En muchos casos, los libros raros antedichos han sido escritos o ilustrados con estampas de pintores como Durero, Rubens, Giordano, Anibale Carracci, José de Madrazo, Goya, Paret, Federico de Madrazo, Fortuny, Hogarth, Doré o Toulouse-Lautrec.

De este modo, la biblioteca digital se erige como “la principal vía para consultar las fuentes que han sustentado la historiografía del arte europeo” y “las publicaciones que tenían los artistas en sus bibliotecas y que servían de apoyo teórico e iconográfico a sus creaciones”.

La voluntad del Prado es que esta herramienta sirva para “dar a conocer su patrimonio bibliográfico, de gran valor histórico y artístico” que únicamente podía consultarse en la sala de lectura de la biblioteca del museo.

El sistema de gestión de la biblioteca digital tiene un “potente buscador” que recupera por texto libre todas las palabras contenidas en las publicaciones, ya que se ha digitalizado con OCR, lo que “hará la vida mucho más fácil a los historiadores del arte o a investigadores interesados en localizar citas de sus temas de interés.

También cuenta con un formulario de búsqueda avanzada que permite la localización combinada por distintos campos bibliográficos y un buscador alfabético de títulos y autores; mientras que los resultados de la búsqueda se pueden ordenar por diferentes criterios y ordenar por lugares, fechas, descriptores de materias, personas e instituciones.

Del mismo modo, el visor de imágenes permite descargar y visualizar los objetos digitales en formato ‘PDF’ y ‘JPG’, y ampliar, reducir y voltear las imágenes.

Las obras digitalizadas se han organizado por secciones, lo que facilita la visita temática o la visualización de contenidos por tipologías documentales.

Por último, y con el objetivo de aumentar la visibilidad y la reutilización de las colecciones, todas las obras digitalizadas se agregarán por sistemas de recolección a ‘Hispana’, el portal de acceso al Patrimonio Digital Español, y desde ahí a ‘Europeana’, la gran biblioteca digital europea de acceso libre.