Cultura
El Prado incorpora a su colección dos lienzos del ‘Quattrocento’ inspirados en el ‘Decamerón’
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El Museo Nacional del Prado anunció este miércoles la recepción en depósito de dos lienzos del ‘Quattrocento’ dedicados a la historia de Cimón e Ifigenia, una de las novelas incluidas en el ‘Decamerón’ de Giovanni Boccaccio (1313-1375). Ambas obras las realizó Johannes Hispanus en Florencia a finales del siglo XV.
Lo anunció en un comunicado en el que explicó que se trata de dos lienzos “absolutamente excepcionales”, puesto que en ellos “se aúna la autoría de un pintor español activo en la Italia cuatrocentista, una temática profana que pondera el valor de la cultura en la seducción, vinculada al ‘Decamerón’ de Boccaccio y las doctrinas neoplatónicas que circulaban en los círculos humanistas de la Florencia de finales del siglo XV”.
Estas obras podrán visitarse en la sala 56B del edificio Villanueva junto a ‘La historia de Nastagio degli Onesti’, otra narración del ‘Decamerón’, ejecutada en este caso por Sandro Botticelli (1445-1510).
Johannes Hispanus es un “interesante pero poco conocido pintor español errante por la Italia septentrional y central de finales del siglo XV y comienzos del XVI, cuya obra más afamada es una ‘Deposición en el sepulcro’ autógrafa.
Los dos lienzos que ahora acoge el Prado corresponden a la primera etapa florentina de su periplo italiano, estrechamente vinculada al taller de Perugino (1446-1523). En ellos, se pone de manifiesto “la calma silenciosa del paisaje y la atmósfera encantada que envuelve a los personajes”.
La temática profana, según el Prado, es otro elemento reseñable, debido a “la rareza de este tipo de iconografía en la colección de pintura cuatrocentista” de la pinacoteca. El relato que representan cuenta que Ifigenia fue sorprendida por Cimón, un noble, pero inculto chipriota, mientras dormía en una arboleda. Prendado de la belleza de la dama, Cimón decide cultivarse, convirtiéndose en un versado y fino cortesano para así poder cortejarla.
Johannes Hispanus rememora dos momentos de la historia: en el primero de los lienzos se ve a una joven (Ifigenia) sentada en el suelo, vestida y dormida, cerca de una fuente, a la que Cimón ignora dándole la espalda; mientras que en la segunda obra se ve a la mujer yaciendo semidesnuda junto a una arboleda ante la mirada extasiada de Cimón.
El artista concibió estas obras en los círculos del neoplatonismo florentino, que “postularon el poder redentor y civilizador de la belleza, en particular femenina, símbolo de perfección y verdad”.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 2024
MST/gja