Este es el acuerdo suscrito por populares, socialistas y liberales para apoyar a todos los candidatos pendientes para la nueva Comisión Europea después de que el PPE bloqueara la semana pasada la designación de Ribera a petición de Feijóo. Hasta hoy, el grupo dirigido por el alemán Manfred Weber exigía a la vicepresidenta de Pedro Sánchez comparecer ante el Congreso para explicar su gestión de la DANA y comprometerse a dimitir si era imputada.

Ribera solo ha cumplido una de las dos premisas, pero el PPE le ha dado el visto bueno y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, tendrá su Colegio de Comisarios. El PP se plantea ahora abstenerse en la votación que dará el visto bueno al conjunto del Ejecutivo comunitario sin descartar su voto en contra, a pesar de compartir familia con la dirigente alemana. Fuentes del PP afirman que Von der Leyen entiende su postura.

“Usted no puede llevar su incompetencia y su falta de humanidad a Europa, no con nuestro apoyo”, reprochó la diputada Ester Muñoz, que ejerció de portavoz del PP en la comparecencia de Ribera ante el Pleno del Congreso. Al mismo tiempo, los medios informaban desde Bruselas de que Weber había dado la orden de apoyar el Ejecutivo de Von der Leyen. Feijóo había pactado con él que no hubiera acuerdo hasta que terminara la comparecencia y, aunque no lo hubo, sus intenciones se conocieron antes de que Ribera terminara de rendir cuentas ante las Cortes.

En Génova ya habían asumido esta mañana que Ribera sería vicepresidenta de la Comisión Europea. Pero celebraron que su presión de los últimos días haya servido para “internacionalizar” las dudas en torno a la gestión de Ribera y lograr que Sánchez tuviera que apoyar a los candidatos de Meloni y Orbán, algo que le recordarán “sistemáticamente”. Las fuentes consultadas creen que este paso debilita el argumentario del PSOE, puesto que, a su juicio, el programa de Sánchez se limita a que no gobierne la “ultraderecha” con la que ha cerrado un “acuerdo” ahora.

Por su parte, los socialistas se felicitan porque el objetivo principal era sacar adelante la candidatura de Ribera como vicepresidenta para la Transición limpia, Justa y Competitiva, un cargo de importante relevancia que la convierte en una de las grandes referencias del ejecutivo comunitario.

Las tres familias, socialdemócratas, populares y liberales negocian este miércoles una declaración escrita de una página con varios puntos que marcan “las líneas internas de cooperación durante la legislatura”, aseguran fuentes conocedoras a Servimedia.

Una contraprestación, según los socialistas, tras aceptar a los candidatos de Italia y Hungría, pese a que el documento, “un tanto ambiguo”, criticaron algunos socialistas, no ata al PPE las manos para que pueda establecer alianzas con otras fuerzas en la Eurocámara. Algo que, según explica un veterano socialista, “da alas a Weber”, cuyo grupo es el más numeroso en cuanto a eurodiputados para pactar a ambos lados del Parlamento, “como la geometría variable de Sánchez”, comparó.

Los socialistas a cambio del nombramiento de Ribera han tenido que ceder y asumir la candidatura de Raffaele Fitto, de Hermanos de Italia. Un acuerdo que, según los socialdemócratas, no se encontraba en el “pacto original” de julio cuando las tres familias más numerosas de la Eurocámara pactaron que se votara un paquete de cinco comisarios. La candidatura de Fitto vino después, cuando Von der Leyen se reunión con Giorgia Meloni y lo sugirió para añadir al bloque como un sexto comisario.

De esta manera, se trataría una enmienda a los socialistas españoles y, en especial, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se ha mostrado rotundo en numerosas ocasiones a no contar con la “ultraderecha”.

Sin embargo, preguntado sobre este asunto este martes tras la cumbre del G-20, el jefe del Ejecutivo se puso de medio lado asegurando que “lo que dicen los tratados es que todos los países tienen derecho a elegir comisario o comisaria. Es el Gobierno italiano quien decide quien va o quien no va, y el Gobierno de Hungría y el Gobierno de España, Portugal, Francia o Alemania. Por tanto, no es que haya ninguna línea que se haya sobrepasado, porque no afecta al acuerdo político”.

Sin embargo, el gran escollo de este pacto ha sido la aceptación por parte de los socialistas del candidato húngaro, Oliver Varhely. No todos en la familia socialdemócrata europea han aceptado esta premisa. Algunos buscaron una solución intermedia asegurando que al no ser su cargo una vicepresidencia podría ser votado como comisario de Salud y Bienestar Animal en otra comisión y así los socialistas no se verían envueltos ante esta encrucijada. Pero, finalmente, se ha acordado restarle competencias a esta cartera en derechos reproductivos y gestión de crisis, unos asuntos que preocupaban a la izquierda en Bruselas.

Las fuentes consultadas desvelan que, por ejemplo, en la familia socialista francesa no sentó nada bien el apoyo al candidato de Orbán y recordaron en conversaciones privadas que Hungría ya optó por utilizar las vacunas china y rusa antes que las europeas, como para dejar un asunto tan delicado en estas manos.

Sin embargo, a estas alturas todavía quedan flecos por negociar, insisten las mismas fuentes, ya que los populares europeos quieren introducir en el texto del acuerdo la ‘conditio sine qua non’ de que Ribera dimita si es imputada por su gestión de la DANA, mientras que los socialistas se oponen y aseguran que los populares se “empeñan” en plasmar esta condición por escrito y habrían solicitado además que quedase reflejado en la carta de evaluación de Ribera.

DENUNCIA DE LA IZQUIERDA

Por su parte, el grupo de la Izquierda en la Eurocámara ha escrito a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, para denunciar este pacto llamándolo “acuerdo de trastienda” que consideran una “flagrante violación del procedimiento”.

Desde esta familia se denuncia que la evaluación de los comisarios designados se tendría que haber celebrado “inmediatamente después de las audiencias”, según el Reglamento del Parlamento Europeo.

El reglamento de la Eurocámara establece en su anexo VII que "el presidente y los coordinadores se reunirán sin demora después de la audiencia de confirmación para evaluar a cada uno de los comisarios designados".

Sin embargo, las tres familias acordaron el pasado 12 de noviembre aprobar a los comisarios en un paquete, en lugar de manera individual.

La nueva Comisión Europea obtendrá luz verde esta misma tarde. Los coordinadores de los grupos políticos tienen previsto dar su aprobado por mayoría de dos tercios a Ribera y a los otros siete comisarios que aún están pendientes desde la semana pasada. Una vez concluida la evaluación de todos los comisarios, el pleno del Parlamento Europeo dará su visto bueno al equipo de Von der Leyen en su conjunto en una votación prevista para el próximo 27 de noviembre en Estrasburgo.

La gran coalición no tendrá ningún problema para alcanzar la mayoría requerida y, de esta forma, la nueva Comisión Von der Leyen podrá empezar a trabajar el 1 de diciembre.