En un momento de su intervención sobre la necesidad de más presencia policial en el barrio comercial de San Gregorio, la concejala de la oposición aseguró que la plaza de Rafael Manrique, situada en dicho lugar, "es el foco de droga y de corrupción de menores que hay que erradicar" y para ello "había que echar a los drogadictos del municipio".

En ese momento, el alcalde intervino para reprochar las palabras de la concejala y recordarle que s "inconstitucional" echar a los drogadictos y que estos "son personas enfermas que necesitan ayuda para reintegrarlos en la sociedad".

La concejala no rectificó su intención de echar a los drogadictos, por lo que el alcalde le volvió a reprochar su actitud "poco afortunada". "Aunque hiciéramos lo que usted quiere no solucionaríamos nada porque se trata de curarlos de su enfermedad y devolverlos sanos a la sociedad", dijo Francisco Aureliano.