Zaplana aseguró que esta condición de consenso mutuo ha sido esencial a la hora de llegar a un acuerdo de reforma del reglamento, que será debatido en Sigüenza (Guadalajara) la próxima semana. El portavoz popular expresó su deseo de que otros partidos se sumen al acuerdo, pero hizo hincapié en el hecho de que en el consenso alcanzado sólo han participado el PP y el PSOE.

Indicó que, por el momento, ambas formaciones no han logrado pactar las condiciones necesarias para la creación de comisiones de investigación, ni tampoco han sido capaces de articular un sistema de sustituciones para diputados de baja por enfermedad o maternal. El PP no ve "claro" este punto y pide un "estudio detallado y pormenorizado".

En todo momento, Zaplana quiso evidenciar que el acuerdo se ha culminado entre los dos grandes partidos sin participación del resto de las formaciones con respresentación parlamentaria.

En el caso cocreto de la regulación del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, Zaplana dijo que no se ha tratado en sus conversaciones con el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PP entiende que "no hay ninguna modificación" que afecte al uso de las lenguas cooficiales. Insistió en que el acuerdo entre ambos establece el consenso sobre las modificaciones del Reglamento y recordó que la posición del PP siempre ha sidocontraria al uso del catalán, gallego y euskera en la Cámara Baja, por lo que lo consideró "tema cerrado".

La voluntad de socialistas y populares es ir incorporando a partir de septiembre los acuerdos que se vayan alcanzando, con independencia de la aprobación definitiva del nuevo reglamento en su totalidad.

HASTA UN DÍA

Zaplana aseguró que la norma de funcionamiento interno del Congreso supone "un avance sustancial", "agiliza y moderniza" la actividad parlamentaria y facilita la acción de control sobre el Gobierno. Con todo, lo que el portavoz popular consideró más importante es que "no se modificará nada en lo que el PSOE y el PP no estén de acuerdo".

Las modificaciones acordadas se refieren a la posibilidad de formular preguntas de control al Gobierno hasta 24 horas antes de la sesión plenaria, lo que permitirá tratar temas de actualidad.

Además, la oposición tendrá más preguntas en la sesión de control, puesto que se reducen las del grupo que sostiene al Gobierno. Se introduce la figura de la interpelación al presidente del Gobierno con participación sólo del interpelante y el interpelado, a razón de una por cada período de sesiones.

De igual modo se implantará el debate de actualidad, de manera que cada vez que haya un tema importante se podrá debatir a instancias de dos grupos o de un quinto de los miembros de la Cámara.

Los dos grupos están de acuerdo en establecer una nueva distribución de los tiempos de intervención de los partidos en función de su respresentación parlamentaria, de manera que los grupos pequeños tengan menos tiempo.