Reunidos en el Palacio de Fuensalida, ambos dirigentes concluyeron que "los asuntos de Estado están por encima de ideologías" tras trazar las líneas básicas de actuación que habrán de seguirse en el diseño del nuevo Estatuto de Autonomía castellano-manchego, cuya elaboración se centrará en materia de recursos hídricos.

En este sentido, y ante la posibilidad de un trasvase Tajo-Segura a principios del mes de julio, ambos dirigentes fijaron que éste sólo se produzca si es "estrictamente necesario para beber" y mostraron su oposición "total y absoluta" a cualquier movimiento de agua para otro uso distinto al humano.

Barreda aseveró que llegará un momento en que las aguas superficiales de la región "sólo podrán ser utilizadas" por sus ciudadanos "porque nuestro desarrollo hace que necesitemos todos los recursos" y, tras afirmar que la sequía que padece Castilla-La Mancha es la peor en los últimos 60 años, añadió que "la falta de agua no puede ser un factor limitante en el desarrollo" de la Comunidad Autónoma.

Por este motivo, concluyó con apoyo del líder popular que el Estatuto habrá de conseguir que Castilla-La Mancha juegue "un papel importante" y tenga "poder de decisión" en los órganos de gestión del agua, una demanda que se justificará en el texto haciendo una definición clara de los déficit hídricos históricos que ha sufrido la región.

OTROS ACUERDOS

PP y PSOE acordaron, además, que el Estatuto recoja la creación de un órgano de control de los medios de comunicación públicos así como una definición de la estructura territorial de Castilla-La Mancha, que permita coordinar las distintas Administraciones que funcionan en la región.

El siguiente paso en el proceso de modificación de la norma estatutaria tendrá lugar a principios del próximo mes de julio, cuando se celebrará un encuentro entre Partido Popular, PSOE y Gobierno autonómico que fijará las líneas de actuación de la Comisión para el Estatuto.