Caldera solicitó comparecer en la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales para explicar la Ley de Reforma del Mercado de Trabajo. Por su parte, los populares le querían preguntar por el silencio administrativo a inmigrantes irregulares y por programas de ocio para personas con discapacidad.

El PP señala en una nota de prensa que con este "plantón", los senadores populares "evitaron contribuir a la ficción que supone celebrar una comparecencia a petición del ministro, para tratar un asunto (reforma laboral) sobre el que no existe ninguna reclamación parlamentaria".

La portavoz popular de Trabajo y Asuntos Sociales, Belén do Campo, tachó de "impresentable" la actitud de Caldera, al considerar que elude el control parlamentario, sustituyéndolo por "comparecencias a la carta".

La senadora dijo que el Gobierno tiene la obligación de someterse al control de la oposición y señaló que el Senado sólo es Cámara de segunda lectura para la tramitación legislativa, pero en relación al Gobierno tiene las mismas atribuciones que el Congreso, tal y como marca la Constitución.

Do Campo agregó que esta "burla" al Parlamento es especialmente grave después de haber oído decir al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que iba a situar al Parlamento en el centro de la vida política.

"A este Gobierno, el Congreso y el Senado sólo le interesan, como le ocurre con todo lo demás, como terminales de su aparato propagandístico, como una pieza más de una estrategia de comunicación, detrás de la cual, lamentablemente, sólo existe la política 'como sea'", manifestó.

La senadora destacó que entre las comparecencias solicitadas por el PP, dos se refieren a cuestiones de inmigración, una de ellas requerida en 2004 con carácter de urgencia.

Finalmente, Do campo afirmó que no duda de que los términos "talante y diálogo" sean palabras del vocabulario del ministro Caldera, "pero desde luego no lo son en su relación con esta Cámara".