El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, y la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, comparecieron en rueda de prensa en la Cámara Baja horas antes del debate parlamentario sobre el "plan Ibarretxe".

Zaplana deseó que el debate de esta tarde sirva "para que iniciativas de esta naturaleza no vuelvan a plantearse" y advirtió al Ejecutivo de que no es el momento de abrir nuevas vías de diálogo con el nacionalismo.

Más explícita fue San Gil, quien afirmó que sería "preocupante" que Ibarretxe saliera del Congreso con un rechazo contundente de su plan pero se marchara con la sensación de que se abren "nuevos cauces" para el entendimiento "que pasen por la ruptura del marco estatutario y de la convivencia constitucional".

La presidenta del PP vasco restó importancia a los rumores sobre un posible adelanto de las elecciones puesto que "eso es lo que menos importa" en estos momentos y resaltó que Ibarretxe tomará la decisión "en función de sus intereses partidistas".

Por su parte, Zaplana salió al paso de la polémica sobre la imposibilidad de réplica de Ibarretxe para explicar que el Reglamento del Congreso establece que el "lehendakari" sólo puede intervenir al inicio.

En su opinión, el Partido Nacionalista Vasco está interesado en lanzar un mensaje "falso" para dar la sensación de que "se niega la palabra" al presidente de la comunidad.

Por último, criticó que otros dirigentes de partidos nacionalistas como Josep Lluís Carod-Rovira acudan al Congreso a "aplaudir" el proyecto de Ibarretxe. Además, dijo sentir "tristeza" al recordar la actitud de otros partidos catalanes.