EL PP PIDE AL GOBIERNO QUE APRUEBE UN PLAN EXTRAORDINARIO PARA PALIAR LOS DAÑOS DE LA SEQUIA

MADRID
SERVIMEDIA

El Partido Popular (PP) ha pedido al Gobierno que apruebe un plan extraordinario para paliar los daños que la sequía está produciendo a los agricultores y ganaderos españoles, cuya valoración económica, según esta formación política, ya supera los 100.000 millones de pesetas.

Sin embargo, el Gobierno anunció hoy que no tiene intención de modificar su polítia hidráulica a corto plazo, por considerar que las restricciones de agua todavía afectan a un bajo porcentaje de población.

El secretario de Estado para las Políticas del Agua y el Medio Ambiente, Vicente Albero, aseguró ayer que las reservas de agua garantizan el abastecimiento hasta el final del verano y señaló que la situación actual no es dramática.

No obstante, el diputado popular Miguel Angel Ramírez indicó que "es inexplicable la frivolidad y falta de sensibilidad y de actuaciones concreta con que el Gobierno socialista se está enfrentando a esta grave situación, posiblemente la más dura desde hace décadas y que ya ha causado daños irreparables en la agricultura y ganadería".

A juicio del PP, no habrá agua suficiente para cubrir las necesidades de los regadíos, y la ganadería extensiva está siendo sustentada artificialmente, "cuando por estas fechas debería estar aprovechando los pastos naturales", por lo que asegura que el campo español está afrontando "en solitario" una de las situacones más graves de los últimos años.

Para intentar solucionar el problema, Miguel Angel Ramírez ha propuesto la adopción de un plan extraordinario, en colaboración con las organizaciones agrarias, que incluya un aumento de la superficie de siembra de girasol con derecho a subvención cercano a las 850.000 hectáreas.

El Grupo Popular pide, asimismo, la asignación de una dotación presupuestaria mayor para los seguros agrarios, la concesión de préstamos a largo plazo y sin interés a los ganaderos par que puedan comprar piensos a los organismos de intervención y el aplazamiento del pago de los impuestos de naturaleza rústica y de las cuotas de la Seguridad Social Agraria.

"Pretendemos", explicó Ramírez, "que el Ejecutivo se enfrente con dignidad a esta su primera gran crisis de sequía, al menos con la misma celeridad y generosidad como lo hicieron los gobiernos de UCD durante dos años consecutivos de graves sequías, en circunstancias presupuestarias mucho más difíciles, puesto que, en caso contraro, los socialistas condenarán a la ruina a miles de pequeños agricultores y ganaderos".

Esta opinión no es compartida por la ministra portavoz, Rosa Conde, quien hoy declaró que fomentando el ahorro y "extremando" la política hidráulica que está realizando el PSOE desde 1983 España puede afrontar la sequía que padece durante los últimos meses.

Aun así, Rosa Conde reconoció que si la situación no varía "puede haber problemas", pero matizó que será en ese momento cuando habrá que tomar medidas excecionales.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 1992
GJA