El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, compareció en rueda de prensa al término de una reunión con Mariano Rajoy, Angel Acebes y Vicente Martínez-Pujalte para dirimir la estrategia a seguir en la comisión de investigación sobre el 11-M.

Zaplana afirmó que el actual director del CNI debería comparecer en las Cortes por la relación que uno de sus agentes, Fernando Huarte, tuvo antes y después de la masacre con Abdelkrim Benesmail, un preso islámico considerado lugarteniente del "cerebro" del 11-M, Allekema Lamari.

Además, aseguró que Jorge Dezcállar también debería regresar a la comisión de investigación para explicar si tenía constancia de esas entrevistas durante su etapa al frente del Centro Nacional de Inteligencia.

Zaplana, que ayer mismo anunciaba la solicitud de las comparecencias de Huarte y del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró que se pondrá en contacto con el presidente de la comisión del 11-M, Paulino Rivero, para pedirle que convoque una reunión urgente la próxima semana donde votar las nuevas comparecencias.

No descartó que el PP pida más adelante que declaren otros dirigentes socialistas como el actual ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, por las manifestaciones realizadas entre el 11 y el 14 de marzo, sobre los datos que tenía en aquellos momentos, cuando era portavoz parlamentario del PSOE.

UNA "LISTA INTERMINABLE"

El portavoz popular añadió que su formación va a ampliar la solicitud de comparecencias, sin olvidar la "lista interminable" de personas que el resto de los grupos han impedido que declaren ante la comisión del 11-M desde el mes de junio.

Zaplana aseveró que sería "importante" que compareciera incluso el presunto terrorista islamista Abdelkrim Benesmail. Tras reconocer las dificultades que implicaría, apostó por escuchar en la comisión a abogados, fiscales y directores de medios de comunicación.

Adujo que el hecho de que Huarte fuese un "destacado militante del PSOE" y espía del Centro Nacional de Inteligencia cuando se reunión con Benesmail significa un dato novedoso que "lo cambia absolutamente todo".

En su opinión, ahora se abren numerosos "interrogantes e incógnitas" que el PSOE debería responder. Entre otras cosas, preguntó a los dirigentes socialistas desde qué fecha sabían que uno de sus militantes era miembro del CNI y se había entrevistado con un presunto terrorista islámico y si era Huarte quién les daba información privilegiada sobre los atentados del 11-M.