Según publica hoy el diario "El Mundo", sólo seis días después del 11-M, el ex minero asturiano aseguró a varios agentes de la Seguridad del Estado que Jamal Ahmidan, 'El Chino', era amigo de los dos etarras detenidos en Cuenca con 500 kilos de explosivos.

Los dos terroristas fueron capturados por la Guardia Civil el 29 de febrero de 2004, justo el mismo día en que se presume que los autores del 11-M trasladaron a Madrid la Goma 2 con la que perpetraron la masacre.

Según Zaplana, "datos hay más que ayer, pero menos que mañana" para avalar la teoría de la participación de ETA y denunció que pese a la obligación de imvestigar en profundidadque tenía el Gobierno del PSOE, ha preferido "ocultar" estas cuestiones.

Aseguró que el Ejecutivo tuvo "interés en dar carpetazo a esta investigación desde el primer día". Ahora que "existen nuevo datos de gran envergadura, no demuestra ningún interés en desvelar la verdad" y por ello reclamó un "un esfuerzo de investigación".

Sin embargo, cree que ni el Gobierno ni su presidente quiere hacerlo, e incluso les acusó de de utilizar "todo tipo de estrategias", llegando incluso a "ridiculizar las informaciones" aparecidas sobre el caso.

Zaplana responsabilizó directamente al Ejecutivo de falta de interés y dijo que sólo si esta sociedad estuviera "enferma" no habría interés en los ciudadanos en saber lo que pasó.

Además, Zaplana concede "mucho valor" a las declaraciones hechas por el juez Baltasar Garzón en el sentido de que se está descuidando la lucha contra ETA. Un argumento que cada vez "está repitiendo más gente".

Juzgó que cualquier Gobierno debería sentir "vergüenza" de que viniera un ministro de otro país, como el francés Nicolás Sarkozy, "que puso en evidencia la actuación del Gobierno frente a ETA".

Según dijo Zaplana, la situación actual no es comparable con la vivida bajo gobiernos del PP porque "es la primera vez que el Gobierno de España pide la tregua". Denunció que "el que casi la suplica es el propio presidente del Gobierno, el que pide que se inicie un proceso que el llama de paz, y eso no había ocurrido nunca".

Advirtió, además, que ETA se puede estar rearmando, y que con esta advertencia el Gobierno vasco "elude la responsabilidad de lo que pueda venir en el futuro".