En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Zaplana recalcó que nunca hasta ahora "había sido necesario que personas relevantes por su propia iniciativa firmaran un manifiesto", acompañado de "muchísimas firmas, para advertir que la Constitución corre peligros serios".

Estas opiniones, agregó, "tienen que ser escuchadas y valoradas" en la Comisión Constitucional que tramitará la reforma estatutaria, y para ello el PP reclamará a la Mesa que permita celebrar comparecencias bien en ponencia, a puerta cerrada, o directamente en comisión.

Los testimonios deberían producirse antes de que concluya el plazo de presentación de enmiendas, que termina en principio el día 13, aunque el PSOE ha manifestado su voluntad de prorrogarlo hasta el 27 de diciembre, si bien Zaplana quiso dejar claro que su grupo no reclamará más ampliaciones porque no desea retrasar la tramitación.

Avanzó que el PP no votará en contra de ninguna comparecencia que soliciten otros grupos, algo que calificó de "marca de la casa" de su formación política, ya que cualquier opinión "enriquece" el debate, frente al intento de quienes quieren negociar "de la forma más oculta en reuniones sin luz ni taquígrafos".