La iniciativa socialista, apoyada por todos los grupos excepto el PP, pretendía acabar con la discriminación que sufren los profesores procedentes de las antiguas universidades laborales y d los centros de la antigua Organización Sindical.

Estos docentes quedaron fuera del sistema de jubilación establecido en la LOGSE para los profesores funcionarios incluidos en el régimen de Clases Pasivas y que reúnen los requisitos de haber cumplido 60 años, un mínimo de 15 años al servicio del Estado y en activo ininterrumpidamente desde el 1 de enero de 1990.

Los profesores excluidos de este régimen sólo tienen derecho a percibir una gratificación extraordinaria por la jubilación anticipada qu no puede exceder al equivalente de 50 mensualidades del salario mínimo.

La portavoz socialista, Amparo Valvarce, dijo que la equiparación tendría un coste económico irrelevante, porque afecta a un número muy reducido de profesores. Además, opinó que es el momento de aprobarla, cuando se cumplen diez años de la aprobación de la LOGSE.

Juan Carlos Guerra Zunzunegui, del PP, reconoció que la cuantía de la reforma sería baja porque sólo afecta a unos 300 profesores. Sin embargo, aseguró que la equipración exigiría el cambio de la Ley General de Seguridad Social y podría producir agravios comparativos, por lo que es preferible que la decisión se tome en el ámbito del pacto de Toledo sobre pensiones.