Con estas manifestaciones, el número dos" del PP valoró la propuesta de la patronal en la que se pide más flexibilidad para el despido de empleados públicos y la desparación progresiva del puesto de trabajo vitalicio en el conjunto de las administraciones.

Alvarez Cáscos aseguró que "nosotros -por el PP- no tenemos ningún proyecto ni ningún proposito para modificar el 'status' básico de los funcionarios, por que ese no es el debate en estos momentos".

En su opinión, el problema de la Función Pública actualmente tiene dos frenes. Por un lado el tamaño del Estado, ya que se han realizado transferencias políticas a las comunidades autónomas que "no han ido acompañadas de un proceso de reacionalización en las transferencias de funcionarios".

Esto ha provocado, dijo, que no se haya logrado ni eficacia, porque ha habido duplicidades, ni se ha obtenido ahorro "al elevar de una manera elefantiásica la administración pública, y este es uno de los motivos por los que se ha desbordado el gasto público".

Cascos señaló que el prier debate que le interesa provocar a su partido es que el conjunto de las administraciones tiene que racionalizar su dimensión, y "esto significa que las administraciones públicas del futuro tendrán menos funcionarios de los que tienen hoy".

También expresó el interés del PP en profesionalizar la carrera de los funcionarios, de manera que "el dedo de la política y los políticos desaparezca. Esto ha proliferado en época de los socialistas y en cambio va a reducirse con un programa del PP".

Para lorarlo, añadió, el PP tiene en su programa medidas concretas como limitar la libre designación a partir de direcciones generales, "pero además, decimos que para ser director general hay que ser funcionario".