A juicio de los diptados populares, ese caladero presenta cada vez mayores dificultades y unos elevados costes, mientras que prácticamente la única actividad de la localidad gaditana de Barbate es la pesca del boquerón, lo que realiza una flota compuesta por 50 pesqueros que dan trabajo a 1.300 marineros, que ejercen en el Golfo de Cádiz.

A fin de proteger esos recursos, el sector pesquero de Barbate estableció una parada biológica de tres meses para dar tiempo a la reposición del caladero.

Por su parte, la Adminisración adoptó una serie de medidas que provocaron, según el PP, que con autorización administrativa haya crecido la flota que faena el ese caladero con otros pesqueros de puertos del Golfo de Cádiz.

Esos barcos, continúan los populares, en muchas ocasiones, aprovechan la parada biológica de los pesqueros de Barbate para capturar exclusivamente inmaduros de boquerón, sin que surtan efecto las numerosas denuncias que se han realizado.

Por ello, el Grupo Popular pide una regulación efectiva de la peca del Golfo de Cádiz, con cierre del censo, topes máximos de captura y elaboración de un estudio biológico del boquerón, para proteger y asegurar la estabilidad del caladero.