Para Ricardo Hueso, estas amenazas son el reflejo de que los enemigos de la sociedad vasca siguen en su empeño "de intimidar y atemorizar a todos los que no piensan como ellos", y añadió que conestas pintadas demuestran que "el fanatismo ciego no es capaz de asimilar que se hayan dado los pasos necesarios para restablecer la normalidad democrática que la intransigencia de los intolerantes se empeña en quebrar a cualquier precio".

El máximo responsable del Partido Popular en Guipúzcoa señaló que los dos nuevos ediles de su partido en Rentería, José María Trimiño y Manuel Zamarreño ya sabían que iban a ser objeto de estos "intentos de amendramiento" aunque apuntó que la sociedad vasca no permiirá "que unos pocos iluminados impongan su ley del miedo".