La desaparición de reservas de agua de casi todas las cuencas hidrográficas han provocado que se llegue a un estado de extrema sequedad de las tierras cultivadas y los pastos naturales, lo que ha llevado a Miguel Ramírez a calificar la situación de "gravísima, posiblemente la más dura a la que nos hemos enfrentado en los últimos 50 ó 60 años".

Por ello, el PP considera que el plan -en cuya elaboracón y ejecución deben participar todos los ministerios implicados-, pasa inexorablemente por la convocatoria de una Mesa Nacional de la Sequía en la que deben participar las organizaciones agrarias, las cooperativas y las comunidades autónomas afectadas.

Asimismo, el portavoz de Agricultura del PP estima que el citado plan debe afrontar como mínimo, la presentación ante autoridades comunitarias de la declaración de la sequía española, como una circunstancia estructural de nuestro territorio.

Esto ermitirá, según el PP, adoptar decisiones tan importantes como el cambio en las superficies de los cultivos de regadío, o exigir el aumento de la superficie española de oleaginosas, y evitar así las sanciones, en el supuesto de que en la próxima primavera las circunstancias meteorológicas permitieran sembrar tierras que ahora no se pueden.

Para Miguel Ramírez, los beneficios y exenciones fiacles para agricultores y ganaderos afectados por la sequía deben aprobarse de inmediato, ya que otros años llegaon tarde y fueron inoperantes.

"Estamos ante una situación dramática, donde la estrategia socialista de 'esperar a ver si escampa' no puede aceptarse ni un momento más. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, que se ha caracterizado por fracasar en todas las cuestiones con las que se ha enfrentado, tiene ahora la oportunidad de hacer algo positivo en favor del campo español", sentenció.