Así lo anunció en rueda de prensa el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, después de que el Comité Ejecutivo Nacional del PP debatiese ayer esta posibilidad durante la reunión extraordinaria que celebró en Madrid durante cerca de dos horas y media.

Zaplana explicó que el recurso de amparo al TC se plantearía en el mismo momento en el que la Mesa del Congreso calificase la reforma, puesto que su formación considera que no se trata de una modificación estatutaria, sino constitucional, dado que existen numerosos elementos que vulneran la Carta Magna de 1978.

El amparo al máximo tribunal buscaría que el Constitucional paralizase la tramitación parlamentaria del Estatuto de Cataluña y obligase a la Mesa del Congreso a calificarla como una reforma de la Constitución. Esto cambiaría todo el proceso y convertiría en imprescindible el voto del PP, pues harían falta dos tercios de los diputados para sacar adelante la reforma.

La formación que lidera Mariano Rajoy ya estuvo a punto de pedir amparo al Constitucional cuando el "plan Ibarretxe" llegó al Congreso en el mes de enero. Sin embargo, en aquella ocasión desechó tal posibilidad, puesto que estaba garantizado que la reforma del Estatuto vasco no saldría adelante porque contaba con el rechazo de los dos principales partidos.

CONTRADICCIONES DEL PSOE

El portavoz del PP en el Congreso adelantó que su formación se opondrá en la Mesa a que la reforma estatutaria sea tramitada como tal y adujo que, el mero hecho de que el Gobierno y el Partido Socialista hayan anunciado su intención de corregir las inconstitucionalidades del texto, demuestra que vulnera la Carta Magna.

Eduardo Zaplana manifestó que es una "contradicción" en sí misma que el PSOE quiera suavizar el Estatuto y al mismo tiempo niegue que contradiga a la Constitución. Por ello, anunció que el PP pondrá en marcha una campaña para "desmenuzar" el Estatuto catalán y explicarlo a los ciudadanos "artículo por artículo y punto por punto".

Zaplana advirtió de que el nuevo Estatuto catalán es "una Constitución que modifica nuestra Constitución" y acusó a algunos partidos nacionalistas de esa comunidad de "atentar" con los intereses de los ciudadanos "envueltos en una bandera de patriotismo" catalán.

Asimismo, vaticinó que el Partido Socialista va a tratar de poner en marcha un "ejercicio de engaño y disimulo" para dar la sensación de que se corrigen los elementos de inconstitucionalidad del Estatuto, aunque luego se quede más o menos como está.

Zaplana calificó de "somnífero a la sociedad" las promesas del Gobierno y el PSOE de suavizar el contenido del Estatuto, dado que, recalcó, ha contado con el impulso del presidente Rodríguez Zapatero a la hora de aprobarse en el Parlamento de Cataluña.