Durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja, Sáenz de Santamaría sentenció que "todos los españoles sabemos que hay una crisis económica, aunque ustedes digan que estamos equivocados o que somos unos catastrofistas".

Sáenz de Santamaría espetó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que los socialistas "se han quedado solos" tanto al oponerse a que Zapatero dé cuenta en el Congreso de las consecuencias de la crisis como al ver rechazado en el Senado el techo de gasto público.

De la Vega replicó que "lo relevante no es como llamemos" a la desaceleración de la economía, "sino lo que hagamos para salir fortalecidos" de ella.

Admitió que España atraviesa "dificultades serias", pero se mostró convencida de poder "solucionarlo con éxito". Para ello, destacó que el Gobierno está trabajando "sin temor, con fortaleza, con esfuerzo y con medidas".

AUSTERIDAD "SÓLO EN EXPLICACIONES"

Sáenz de Santamaría replicó que la austeridad que ha anunciado el Gobierno para los Presupuestos Generales de 2008 por ahora sólo se ve en sus argumentos, porque "sólo ahorra en explicaciones a la Cámara".

Aunque Solbes haya subrayado el aspecto psicológico de las medidas económicas anunciadas por el Gobierno, el PP las rechazó porque "los españoles no necesitan terapia de grupo", sino "un gobierno que se ponga a trabajar, que no suba la luz y no imponga un canon".

La portavoz popular pidió al Gobierno que diga la verdad de la crisis y que sea constructivo, con "ideas de verdad", en lugar de "mirar para otro lado echando la culpa al petróleo y al PP".

Por su parte, De la Vega matizó que "hay diversas formas de afrontar los problemas" y manifestó su plena confianza en los métodos del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, porque "ha sacado a este país en muchas ocasiones adelante".

La vicepresidenta destacó que el Gobierno ha aprobado ya 45 medidas "en menos de 100 días" para compensar la desaceleración económica, lo que significa "una cada dos días".

Asimismo, reprochó al PP que apueste por una bajada de impuestos cuando en las comunidades donde gobierna sólo los reduce "a unos pocos" y afirmó que el Gobierno trabaja por alcanzar acuerdos con los agentes sociales, en lugar de caer "en el derrotismo, en las profecías y en el desastre".