A su juicio, los 10.000 millones destinados por la Junta a ayudas directas a las rentas más afecadas por la sequía son una "ridiculez" frente a las pérdidas estimadas en el sector, que se cifran en 300.000 millones de pesetas.

"No sólo son unas cantidades ínfimas, sino que además no se sabe muy bien de dónde van a sacar este dinero", dijo. "El descontrol del Gobierno socialista sobre las subvenciones de la Unión Europea y la ausencia de unos presupuestos en la Junta nos hacen temer que ni siquiera esos 10.000 millones prometidos lleguen a los agricultores".

A su juicio, no es ninguna casualdad que Chaves haya esperado "tantos meses" para firmar el decreto, en medio de la campaña electoral. "Puede que su intención se le vuelva en contra, porque los agricultores están ya tan desesperados que esta limosna quizá les suene a pitorreo".