A iniciativa de Bono, la Mesa del Congreso decidió colocar esa placa en memoria de María Margarita Pidal, conocida como "sor Maravillas", perseguida durante la guerra civil y canonizada por Juan Pablo II. La religiosa nació en la Carrera de San Jerónimo número 36, donde hoy está uno de los edificios que ocupa el Congreso de los Diputados.

En la rueda de prensa de hoy, Sáenz de Santamaría aseguró que al mismo tiempo que la Constitución establece el principo de aconfesionalidad del estado se fija la igualdad de todos los ciudadanos, al margen de su sexo, raza, creencias e ideologías.

Por este motivo, Sáenz de Santamaría aseveró que sor Maravillas tiene derecho que a tener una placa en el Congreso, ya que "si se hace con otras personas, se puede dar por motivos religiosos".