El que será nuevo portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, y su antecesor, Luis de Grandes, se reunieron hoy con sus homólogos socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Caldera.

Zaplana se mostró contundente al explicar que al PP le corresponden cuatro delos nueve puestos de la Mesa del Congreso en virtud de los resultados obtenidos en las elecciones generales.

En consecuencia, rechazan ceder uno de esos puestos a un grupo minoritario, que podría ser CiU. Sobre esa base, los socialistas estudiaban la posibilidad de ceder otro de sus puestos a Izquierda Unida. De esa forma, la Mesa reflejaría la pluralidad de la Cámara, pero el PSOE mantendría un puesto más que el principal partido de la oposición en el órgano que ordena los trabajos del Congreso.

Pese a la cordialidad que Zaplana observó en la reunión y a lo que calificó de "ánimo inequívoco" de acuerdo por todas las partes, juzgó "evidente" que ese pacto es imposible, "sin que sea culpa de nadie". El PP, insistió, está dispuesto a desarrollar una oposición "leal, sería, responsable", pero oposición al fin y al cabo, manteniendo las ideas y criterios que definen su línea política, y esa labor requiere, aseguró Zaplana, tener los puestos que le corresponden en la Mesa.

Entienden los populares qe es el PSOE quien debe ceder los puestos que considere oportunos a los grupos que, en virtud de los acuerdos pertinentes, vaya a sustentar su acción de Gobierno, pero no el PP quien deba hacer "dejación de sus funciones" para permitir esos acuerdos.

A partir de esta decisión "razonable" del PP, apuntó el portavoz del Gobierno en funciones, los socialistas tienen tiempo de definir los acuerdos que considere oportunos antes de que el próximo viernes se constituyan las Cortes.

Aunque el acuerdo en l Congreso no es posible, Zaplana expresó su confianza en que el PP presida el Senado, ya que está "a muy pocos votos" de la mayoría absoluta en esta Cámara, y también las Presidencias de comisiones en el Congreso que tradicionalmente se han reservado para el principal partido de la oposición.

Esta decisión es entendida por el PSOE como una "autoexclusión" de un acuerdo en el que trabajaban todos los grupos de la Cámara y que obliga a "reuniciar" todo el proceso de negociación.

Sin embargo, Alfreo Pérez Rubalcaba aseguró que el PSOE no ha modificado el calendario previsto, según el cual las Cortes se constituirán el próximo viernes para que la investidura del nuevo presidente pueda ser inmediatamente después de la Semana Santa.

Rubalcaba subrayó que ese acuerdo global requería "la generosidad de todos", especialmente de los dos grupos mayoritarios, a la que el PP no ha estado dispuesto.

El PSOE, aseguró, mantiene "intacta" su voluntad de que la Mesa del Congreso refñeje la pluralida de l Cámara, pero, argumentando que la negociación debe ser enfocada de nuevo, evitó especificar si siguen dispuestos a ceder alguno de los puestos que le corresponden.

Esta tarde el PSOE seguirá la ronda de conversaciones, con reuniones ya previstas con CiU, PNV y Coalición Canaria, y mañana con Izquierda Unida, con la intención de garantizar la pluralidad "en la medida de nuestras posibilidades".

Con ese mismo argumento, que las conversaciones continúan, Pérez Rubalcaba evitó especular sobre la comosición de la Mesa del Congreso y sobre el partido que ostentaría la Presidencia del Senado.