El portavoz de Economía del Grupo Popular, Cristóbal Montoro, señaló que "España no padece una crisis política que afecte a sus instituciones, sino que la crisis está localizada en el obierno y en el PSOE".

El principal partido de la oposición cifra en 500.000 millones de pesetas el incremento de la deuda de nuestro país por el aumento de los diferenciales de deuda a largo plazo, que tendrán su repercusión en los Presupuesto Generales del Estado de 1996.

Montoro cree que la falta de confianza de los mercados está originada por la "inacapacidad de aplicar políticas económicas capaces de asentar una recuperación sostenida de nuestra economía".

Según el dirigente popular, auque la estabilidad del Ejecutivo se apoya en el respaldo parlamentario de CIU a la acción de gobierno, los mercados observan una carencia de programas en materia económica.

A su juicio, "los mercados no reclaman únicamente estabilidad del Gobierno en base a una aritmética parlamentaria, sino fundamentada en criterios políticos claros y constantes de los que hoy se carece, en materia de reformas económicas y de lucha contra la corrupción".

Montoro considera "especialmente preocupante" la elevaciónde tipos de interés que la situación de incertidumbre está provocando. Este repunte "supondrá un obstáculo para la consolidación del crecimiento a medio plazo, con el consiguiente coste para el empleo".

El PP acusa al Gobierno de estar "prolongando la agonía" y le conmina a "afrontar su responsabilidad" y "dar una salida a la crisis política".