Los populares han llegado a esta conclusión tras comprobar que, desde distintos ámbitos del Partido Socialista e instituciones del Estado, se defiende la incorporación del término "comunidad nacional" a la Constitución de 1978.

La formación que lidera Mariano Rajoy afirma que el empleo de este concepto "no es causal" sino que es fruto de algún tipo de "acuerdo explícito" que el PSOE ha alcanzado con sus socios parlamentarios para poner en marcha la reforma al margen del principal partido de la oposición.

DEJAR SOLO AL PP

El Partido Popular interpreta que la estrategia política de Rodríguez Zapatero pasa por promover una reforma constitucional que resulte inasumible para Mariano Rajoy pero que sí estén dispuestos a promover el resto de los grupos parlamentarios.

De ese modo, el PP se mostraría públicamente como el partido que imposibilita la reforma y, al igual que ha ocurrido con otros asuntos a lo largo de los dos últimos años, le dejaría en un escenario de soledad parlamentaria.

Lo cierto es que el PP está dispuesto a vetar cualquier reforma constitucional que pase por la inclusión del concepto de "comunidad nacional".

De hecho, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, ha llegado a afirmar en los últimos días que su partido no piensa apoyar ninguna reforma constitucional que implique un modelo territorial del Estado diferente al actual.

El PP ha anunciado su rechazo a una reforma del actual modelo de Estado y sólo está dispuesto a apoyar las reformas constitucionales planteadas por José Luis Rodríguez Zapatero siempre y cuando no afecten a principios fundamentales como la soberanía, igualdad, solidaridad y unidad.